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miércoles, 30 de enero de 2013

JUAN PABLO I : LA SONRISA DE DIOS

 
film de su vida

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



















Juan Pablo I


   

Juan Pablo I
Papa de la Iglesia católica
26 de agosto de 1978 - 28 de septiembre de 1978
Pope John Paul I.jpg
Ordenación7 de julio de 1935
por Beniamino Pizziol
Consagración episcopal15 de diciembre de 1958
por Juan XXIII
Proclamación cardenalicia5 de marzo de 1973
por Pablo VI
SecretarioDiego Lorenzi
PredecesorPablo VI
SucesorJuan Pablo II
Información personal
Nombre secularAlbino Luciani Tancon
NacimientoBandera de Italia Canale d'Agordo, Reino de Italia
17 de octubre de 1912
FallecimientoFlag of the Vatican City.svg Ciudad del Vaticano,28 de septiembre de 1978 (65 años)
John paul 1 coa.svg
Humilitas
Ficha en catholic-hierarchy.org
Juan Pablo I (en latín: Ioannes Paulus PP. I), nacido como Albino Luciani (Canale d'Agordo, 17 de octubre de 1912 - Ciudad del Vaticano, 28 de septiembre de 1978) fue el papa n.º 263 de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 26 de agosto de 1978 hasta su muerte, ocurrida 33 días después. Su pontificado fue uno de los más breves de la historia, dando lugar al más reciente año de los tres papas. Fue el primer papa nacido en el siglo XX y también el último en morir en dicho siglo. Asimismo es el último pontífice italiano hasta la fecha. Actualmente se encuentra en proceso de beatificación.
En Italia es recordado con los apelativos de "Il Papa del Sorriso" (El Papa de la sonrisa)[1] e "Il Sorriso di Dio" (La sonrisa de Dios).[2] La revista Time y otras publicaciones se refirieron a él como "The September Pope" (El Papa de septiembre).[3]

Índice

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[editar] Biografía

[editar] Infancia


Casa natal de Albino Luciani.
Albino Luciani nació en la pequeña localidad italiana de Forno di Canale, Belluno (llamada Canale d'Agordo a partir de 1964) el 17 de octubre de 1912. Hijo de Giovanni Luciani, un albañil, y Bortola Tancon. Fue bautizado por la matrona que ayudó en el parto, ya que se temía que muriera. Su bautismo fue formalizado dos días después por el párroco del pueblo, Achille Ronzon. Fue el mayor de cuatro hermanos del matrimonio Luciani; los otros hermanos fueron Edoardo, Nina y Federico, que falleció a corta edad. La familia de Luciani, de origen humilde, pasó penurias durante la Primera Guerra Mundial.
Cuando tenía 6 años, recibió el sacramento de la confirmación de manos del obispo Giosuè Cattarossi. A los diez años, su madre murió y su padre contrajo nuevas nupcias con una mujer de gran devoción; fue entonces cuando nació su vocación sacerdotal, según él declaró, gracias a la predicación de un fraile capuchino.


En toda esta semana, los periodistas han hablado de la pobreza de mi infancia. Pero ninguno podría llegar a sospechar jamás el hambre que yo he conocido.[4]
Albino Luciani

[editar] Primera etapa de su vida sacerdotal

En 1923, ingresó en el Seminario menor de la localidad de Feltre. En 1928, marchó al Seminario Gregoriano de Belluno, donde fue ordenado subdiácono en 1934, diácono en febrero de 1935, y finalmente presbítero el 7 de julio del mismo año, en la iglesia de San Pedro en Belluno. Dos días después fue nombrado cura párroco de su ciudad natal; meses más tarde fue transferido, como profesor de religión del Instituto Técnico de Mineros de Agordo. En 1937 fue nombrado vicerrector del Seminario Gregoriano de Belluno, cargo que ocupó hasta 1947. Entre otras materias, dio clases de teología dogmática y moral, Derecho canónico y arte religioso.


Placa conmemorativa de Luciani como Patriarca de Venecia.
En 1941, Luciani comenczó a estudiar para obtener un doctorado en Teología negativa por la Pontificia Universidad Gregoriana, que requería un año de estancia en Roma. Sin embargo, sus superiores en el seminario querían que continuase dando clases durante sus estudios, lo que consiguió mediante una dispensa concedida por Pío XII el 27 de marzo de 1941. Su tesis, El origen del alma humana según Antonio Rosmini, se oponía frontalmente a la teología de Rosmini, y le proporcionó su doctorado magna cum laude.

[editar] Vida de 1947 a 1958

En 1947 fue nombrado vicario general de la diócesis de Belluno por el obispo Girolamo Bortignon. Dos años más tarde, en 1949, fue nombrado director de la oficina de catequesis de la diócesis.
El 15 de diciembre de 1958, fue nombrado obispo de la diócesis de Vittorio Veneto por Juan XXIII y consagrado como tal en la Basílica de San Pedro, por el mismo Papa, el 27 de diciembre de ese año.

[editar] El Obispo Luciani

Tomó posesión de la diócesis de Vittorio Veneto el 11 de enero de 1959. Durante 11 años ejerció su ministerio en esta diócesis, realizando su primera visita pastoral el 17 de junio de 1959.
Estoy pensando en estos días que conmigo el Señor actúa un viejo sistema suyo: toma a los pequeños del fango de la calle y los pone en alto; toma a la gente de los campos, de las redes del mar, del lago, y hace de ellos apóstoles. Es su viejo sistema. Ciertas cosas el Señor no quiere escribirlas ni en el bronce, ni en el mármol, sino hasta en el polvo, de modo que, si queda la escritura sin descompaginarse, sin dispersarse por el viento, esté bien claro que todo es obra y todo es mérito solamente del Señor (...). En este polvo, el Señor ha escrito la dignidad episcopal de la ilustre diócesis de Vittorio Veneto.
De la homilía pronunciada el 4 de enero de 1959
En 1962 asistió a la apertura del Concilio Vaticano II en Roma; estaría presente en cuatro de las sesiones de dicho Concilio.

[editar] Patriarca de Venecia

El 15 de diciembre de 1969, Pablo VI lo nombró Patriarca de Venecia, sucediendo a Giovanni Urbani y a Angelo Giuseppe Roncalli. Tomó posesión del cargo el 3 de febrero de 1970. El mismo Pablo VI lo elevó a la dignidad cardenalicia el 5 de marzo de 1973. En su primer Ángelus tras ser nombrado Papa, recordó la vergüenza que pasó cuando Pablo VI se quitó su propia estola y se la colocó a él sobre los hombros:[5]
Pero el Papa Pablo, no sólo me ha hecho cardenal, sino que algunos meses antes, sobre el estrado de la Plaza de San Marcos, me hizo poner completamente colorado ante veinte mil personas, porque se quitó la estola y me la puso sobre los hombros. Jamás me he puesto tan rojo.
Ángelus del 27 de agosto de 1978
.

[editar] Pontificado

[editar] Elección


Juan Pablo I tras su elección el 26 de agosto de 1978.
Luciani fue elegido en la cuarta votación del cónclave de agosto de 1978, un cónclave inusualmente breve, el más corto del siglo XX. El cardenal protodiácono Pericle Felici fue el encargado de anunciar la decisión del Colegio cardenalicio de elegir al Patriarca de Venecia, Albino Luciani, como el 263.°.er Papa de la Iglesia Católica, el 26 de agosto de 1978,[6] siendo así el tercer Patriarca de Venecia en ser nombrado Papa, tras Giuseppe Melchiore Sarto (elegido como Pío X en 1903) y Angelo Giuseppe Roncalli (elegido como Juan XXIII en 1958). Escogió el nombre de Juan Pablo, convirtiéndose en el primer Papa de la historia con un nombre compuesto, gesto con el que pretendía honrar a sus dos predecesores, Juan XXIII, que le nombró obispo, y Pablo VI, que le nombró Patriarca de Venecia y cardenal.[7] También fue el primer (y hasta ahora, único) Papa en usar el ordinal "primero" en su nombre.[8]
Se llegó a pensar que su elección fue debida a la división entre miembros de distinta ideología dentro del Colegio cardenalicio:
  • Los conservadores y curialistas apoyaban al cardenal Giuseppe Siri, que defendía una interpretación más conservadora o incluso una corrección de las reformas del Concilio Vaticano II. En los círculos sedevacantistas existe la opinión de que Siri fue elegido en el cónclave de 1958 y que incluso escogió el nombre de Gregorio XVII para su pontificado,[9] pero fue obligado a renunciar a la elección debido a las represalias que podría generar al otro lado del Telón de Acero.[10]
  • Los que defendían una interpretación más liberal de las reformas del Vaticano II, y otros cardenales italianos, apoyaban al cardenal Giovanni Benelli, pero no obtuvo los votos suficientes por sus tendencias "autocráticas".
Entre los cardenales procedentes de fuera de Italia, que estaban perdiendo influencia en un Colegio cardenalicio cada vez más internacionalista, había figuras como la del cardenal Karol Wojtyła. En los días posteriores al cónclave, los cardenales declararon con satisfacción que habían elegido al "candidato de Dios".[7] El cardenal argentino Eduardo Pironio declaró que "hemos sido testigos de un milagro moral"."[7] La Madre Teresa dijo: "Ha sido el mejor regalo de Dios, un rayo de sol del amor de Dios que brilla en la oscuridad del mundo".[7]

[editar] Programa de reformas

[editar] Humanización del papado

Tras su elección, Juan Pablo I tomó una serie de decisiones que hicieran "más humano" al Papa, admitiendo públicamente que se ruborizó cuando Pablo VI le nombró Patriarca de Venecia. Fue el primer Papa moderno en hablar en singular utilizando "yo" en lugar del plural mayestático, aunque las grabaciones oficiales de sus discursos fueron reescritas de un modo más formal por algunos de sus ayudantes más tradicionalistas, que reincorporaron el plural mayestático en notas de prensa y en las noticias de L'Osservatore Romano. También fue el primero en rechazar la silla gestatoria, hasta que le convencieron de que era necesaria para que los fieles pudieran verle.

Apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II.
Juan Pablo I eligió como lema de su papado la expresión latina Humilitas ("humildad"), lo que se reflejó en su polémico rechazo de la coronación y de la tiara papal en la ceremonia de entronización, sustituyéndola por una simple investidura[11] en contra de lo prescrito por la Constitución Apostólica Romano Pontifici Eligendo, promulgada por Pablo VI en 1975.
Una de sus declaraciones, de gran repercusión en la prensa, fue que "Dios es Padre, y más aún, es madre",[12] [13] refiriéndose a Isaías 49:14-15, que compara a Dios con una madre que no olvida a su hijo Sion. El Papa realizó este comentario durante su Ángelus del 10 de septiembre de 1978, en el que también pidió que se rezase por los Acuerdos de Camp David.[12]

[editar] Encícilica sobre la devolución

Juan Pablo I tenía planeado promulgar una encíclica para consolidar las reformas del Concilio Vaticano II, que calificó como "un extraordinario acontecimiento de gran alcance histórico y de crecimiento para la Iglesia", y para reforzar la disciplina de la Iglesia en la vida de los cargos eclesiásticos y de los fieles. Como reformista, también lanzó algunas iniciativas como la devolución del 1% de los ingresos de cada iglesia para destinarlo a las iglesias del Tercer mundo. La visita del dictador Jorge Rafael Videla, presidente de Argentina, al Vaticano, también causó gran controversia, especialmente cuando el Papa le recordó las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Argentina durante la llamada guerra sucia.

[editar] Teología moral

El periodista John L. Allen afirma que "es casi seguro que Juan Pablo I no habría revertido las enseñanzas de Pablo VI, sobre todo porque no era un radical doctrinal. Además, como Patriarca de Venecia algunos han visto un endurecimiento de su postura en temas sociales con el paso de los años. No obstante, "es razonable suponer que Juan Pablo I no hubiera insistido en el juicio negativo en la Humanae Vitae tan agresiva y públicamente como Juan Pablo II lo hizo, y probablemente no lo habría entendido como una enseñanza casi infalible. Hubiera seguido siendo una cuestión más "abierta".[14] [15] Según las versiones, mientras que como Patriarca de Venecia "Luciani era intransigente con su defensa de la enseñanza de la Iglesia y severo con aquéllos que por orgullo intelectual y desobediencia no hacían caso de la prohibición de la Iglesia sobre la anticoncepción", aunque sin condonar el pecado, era tolerante con aquellos que sinceramente intentado y han fracasado vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia".[1]

[editar] Personalidad


Juan Pablo I con el cardenal Karol Wojtyła, quien se convertiría en su sucesor.
Juan Pablo I era considerado un hábil comunicador y escritor, incluso publicó algunos escritos. Su libro Illustrissimi, que escribió cuando era cardenal, consiste en una serie de cartas dirigidas a una gran número de personajes históricos y ficticios. Entre ellas están las cartas dirigidas a Jesús,[16] al rey David,[17] al barbero Fígaro,[18] a la emperatriz María Teresa[19] y a Pinocho.[20] Otras están dirigidas a Mark Twain, Charles Dickens y Christopher Marlowe.
Juan Pablo I enseguida sorprendió con su simpatía y calidez personal. Hay voces que dicen que dentro del Vaticano era visto como un simple intelectual inconsciente de las grandes responsabilidades del papado, aunque David Yallop, autor del libro In God's Name (En nombre de Dios, en el que defiende la teoría de que Juan Pablo I fue asesinado), sostiene que estas voces son sólo el resultado de una campaña lanzada por gente del Vaticano que se oponía a las políticas de Luciani. En palabras del escritor John Cornwell, "le trataron con condescendencia"; un alto clérigo, hablando sobre Luciani, llegó a decir: "han elegido a Peter Sellers".[21] Los críticos comparaban sus discursos, con menciones a Pinocho, con los discursos más intelectuales de Pío XII y Pablo VI. Sus visitantes hablaban de su soledad y aislamiento, y del hecho de que fuera el primer Papa en décadas en no tener un papel diplomático (como Juan XXIII y Pío XI) o curial (como Pío XII y Pablo VI) dentro de la Iglesia.
Su impacto personal, sin embargo, fue doble: su imagen de hombre amable, cercano y bondadoso enseguida cautivó al mundo entero. Esta imagen fue formada inmediatamente después de aparecer en el balcón de la Plaza de San Pedro después de su elección. Su presencia cordial le hizo una figura muy querida ya antes de empezar a hablar, en particular entre la prensa. También era un hábil orador. Mientras que Pablo VI hablaba como si estuviese exponiendo una tesis doctoral, Juan Pablo I producía amabilidad, cercanía e incluso risa.
Según sus ayudantes, no era el ingenuo idealista que sus críticos hicieron ver. Según el cardenal Giuseppe Caprio, Juan Pablo I aceptó su cargo y se dispuso a ejercerlo con confianza.[22]
Juan Pablo I fue el primer Papa que admitió que la perspectiva del papado le había intimidado tanto que otros cardenales tuvieron que animarle a aceptar. Rechazó la milenaria tradición de la coronación papal y también la tiara.[23] En su lugar, optó por una simple misa de inauguración. En su notable Ángelus del 27 de agosto de 1978, el primer día completo de su pontificado, impresionó al mundo con su simpatía natural.

[editar] Muerte


Tumba de Juan Pablo I en las grutas vaticanas.
El ambiente de optimismo y cercanía establecido por Juan Pablo I nunca llegaría a avanzar por la brevedad de su pontificado. Fue encontrado muerto en su cama poco antes del amanecer del 29 de septiembre de 1978, 33 días después de su elección. Según las fuentes oficiales, el Papa, de 65 años, murió de un infarto. Se ha dicho que el Vaticano ocultó algunos aspectos sobre el descubrimiento del cadáver para evitar dar detalles indecentes[24] [25] en el hecho de que fue descubierto por la Hermana Vincenza, una monja.[26] Como es costumbre tras la muerte de un Papa, no se realizó autopsia. Aunque esto, junto con declaraciones contradictorias realizadas tras la muerte del Papa, han dado lugar a una serie de teorías conspirativas en torno a ella. Estas declaraciones se refieren a quién encontró el cadáver y dónde, a qué hora y qué papeles tenía en la mano. El Vaticano todavía no ha investigado estos aspectos.


 
 


2 comentarios:

  1. Luciani fue elegido en la cuarta votación del cónclave de agosto de 1978, un cónclave inusualmente breve, el más corto del siglo XX. El cardenal protodiácono Pericle Felici fue el encargado de anunciar la decisión del Colegio cardenalicio de elegir al Patriarca de Venecia, Albino Luciani, como el 263.°.er Papa de la Iglesia Católica, el 26 de agosto de 1978,[6] siendo así el tercer Patriarca de Venecia en ser nombrado Papa, tras Giuseppe Melchiore Sarto (elegido como Pío X en 1903) y Angelo Giuseppe Roncalli (elegido como Juan XXIII en 1958). Escogió el nombre de Juan Pablo, convirtiéndose en el primer Papa de la historia con un nombre compuesto, gesto con el que pretendía honrar a sus dos predecesores, Juan XXIII, que le nombró obispo, y Pablo VI, que le nombró Patriarca de Venecia y cardenal.[7] También fue el primer (y hasta ahora, único) Papa en usar el ordinal "primero" en su nombre.[8]
    Se llegó a pensar que su elección fue debida a la división entre miembros de distinta ideología dentro del Colegio cardenalicio:

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  2. Su impacto personal, sin embargo, fue doble: su imagen de hombre amable, cercano y bondadoso enseguida cautivó al mundo entero. Esta imagen fue formada inmediatamente después de aparecer en el balcón de la Plaza de San Pedro después de su elección. Su presencia cordial le hizo una figura muy querida ya antes de empezar a hablar, en particular entre la prensa. También era un hábil orador. Mientras que Pablo VI hablaba como si estuviese exponiendo una tesis doctoral, Juan Pablo I producía amabilidad, cercanía e incluso risa.
    Según sus ayudantes, no era el ingenuo idealista que sus críticos hicieron ver. Según el cardenal Giuseppe Caprio, Juan Pablo I aceptó su cargo y se dispuso a ejercerlo con confianza.[22]
    Juan Pablo I fue el primer Papa que admitió que la perspectiva del papado le había intimidado tanto que otros cardenales tuvieron que animarle a aceptar. Rechazó la milenaria tradición de la coronación papal y también la tiara.[23] En su lugar, optó por una simple misa de inauguración. En su notable Ángelus del 27 de agosto de 1978, el primer día completo de su pontificado, impresionó al mundo con su simpatía natural.

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