BUSCAR EN ESTE BLOG O INTERNET

viernes, 1 de febrero de 2013

PRIMER VIERNES DE MES

 
 


 
 
PRIMER VIERNES DEL MES

1 de febrero de 2013

 

Viernes 1 - De la feria. Verde.

 

LECTURAS

 

Heb 10, 32-39

 

Lectura de la carta a los Hebreos.

 

Hermanos: Recuerden los primeros tiempos: apenas habían sido iluminados y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso combate, unas veces expuestos públicamente a injurias y atropellos, y otras, solidarizándose con los que eran tratados de esa manera. Ustedes compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían una riqueza mejor y permanente. No pierdan entonces la confianza, a la que está reservada una gran recompensa. Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa. Porque todavía falta un poco, muy poco tiempo, y el que debe venir vendrá sin tardar. Mi justo vivirá por la fe, pero si se vuelve atrás, dejaré de amarlo. Nosotros no somos de "los que se vuelven atrás" para su perdición, sino que "vivimos en la fe" para preservar nuestra alma.

 

Palabra de Dios.

 

 

 

Comentario

 

La lectura puede parecernos extrema. Es que alegrarse cuando a uno le confiscan los bienes es casi imposible. Muchos compatriotas lo saben, y lo han sufrido. El texto nos ayuda a considerar que los bienes poseídos son efímeros, transitorios. Poner todo el corazón en los bienes puede llevarnos a perder la dimensión de que solo Dios es absoluto.

 

 

 

 

EVANGELIO

 

Mc 4, 26-34

 

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

 

Jesús decía a sus discípulos: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha". También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra". Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.

 

Palabra del Señor.

 

 

 

Comentario

 

Sin dudas, la relación personal con Jesús genera comunión y por supuesto, intimidad. Esa cercanía es lo que provoca que al escuchar a Jesús, su proyecto y su Palabra, como ocurría con sus discípulos, en la intimidad. Acompañemos este precioso pensamiento de santa Teresa del niño Jesús: "Jesús no baja del cielo un día y otro día para quedarse en un copón dorado, sino para encontrar otro cielo que le es infinitamente más querido que el primero: el cielo de nuestra alma, creado a su imagen y templo vivo de la adorable Trinidad".
 

 

 

Renovación de la Consagración al Sagrado Corazón

 

Este es, Señor, tu pueblo.

Siempre, Jesús, te reconocerá por su Dios.

No volverá sus ojos a otra estrella,

que a esa de amor y misericordia

que brilla en medio de tu pecho.

 

Sea, pues, Dios nuestro, sea tu Corazón

el faro luminoso de nuestra fe,

el áncora segura de nuestra esperanza,

el emblema de nuestras banderas,

el escudo impenetrable de nuestra flaqueza,

la aurora hermosa de una paz imperturbable,

el vínculo estrecho de una concordia santa,

la nube que fecunde nuestros campos,

el sol que alumbra nuestros horizontes,

la vena, en fin, riquísima

de la prosperidad y de la abundancia que necesitamos.

 

Hoy nos volvemos a consagrar y a entregar sin reserva

a tu Divino Corazón,

 

Multiplicad sin fin los años de nuestra paz.

Destierra de los confines de nuestra patria

la impiedad y corrupción, la calamidad y la miseria.

 

Dicte nuestras leyes tu Evangelio;

gobierne nuestros tribunales tu justicia;

sostenga y dirija a nuestros gobernantes tu clemencia y fortaleza;

perfeccionen a nuestros sacerdotes tu sabiduría, santidad y celo;

convierta a todos los hijos de argentina,

y a los que en ella habitan, tu gracia

y corónelos en la eternidad tu  gloria;

para que todos los pueblos y naciones de la tierra,

contemplando la verdadera dicha y ventura del nuestro,

se rindan, a su vez,  a tu Sagrado Corazón

y disfruten de la paz que ofrece al mundo tu corazón:

esa fuente pura y símbolo perfecto de amor, misericordia y caridad. Amén.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Renovación de la Consagración al Sagrado Corazón





    Este es, Señor, tu pueblo.


    Siempre, Jesús, te reconocerá por su Dios.


    No volverá sus ojos a otra estrella,


    que a esa de amor y misericordia


    que brilla en medio de tu pecho.





    Sea, pues, Dios nuestro, sea tu Corazón


    el faro luminoso de nuestra fe,


    el áncora segura de nuestra esperanza,


    el emblema de nuestras banderas,


    el escudo impenetrable de nuestra flaqueza,


    la aurora hermosa de una paz imperturbable,


    el vínculo estrecho de una concordia santa,


    la nube que fecunde nuestros campos,


    el sol que alumbra nuestros horizontes,


    la vena, en fin, riquísima


    de la prosperidad y de la abundancia que necesitamos.





    Hoy nos volvemos a consagrar y a entregar sin reserva


    a tu Divino Corazón,

    ResponderEliminar