Adviento
2013 Comunicado de los Obispos en la 166º Comisión Permanente
Los Obispos reunidos en la Comisión Permanente
queremos recordar a nuestros fieles y a todas las personas de buena voluntad el
sentido e importancia de la Jornada de oración y ayuno, que propusimos para
este 7 de diciembre como gesto penitencial que acompañe nuestra preocupación
expresada en la declaración: “El drama de la droga y el narcotráfico”.
La gravedad del tema requiere una actitud definida de
toda la comunidad. Todos estamos invitados a participar de esta Jornada y hacer
de ella un silencioso y profundo clamor que exprese nuestra decisión de
erradicar este flagelo, prevenir y acompañar a nuestros hermanos y familias que
han sido sus víctimas, y rezar por la conversión de quienes lucran con la vida
de nuestros jóvenes.
Ponemos esta intención en las manos de nuestra Madre
de Luján, Patrona de nuestra Patria.
166º Comisión Permanente
Buenos Aires, 3-4 de diciembre de 2013
"Jornada
de ayuno y oración"
Junto a las reflexiones que presentamos el pasado
viernes 8 de noviembre acerca del “drama de las drogas y el narcotráfico”,
queremos proponer al pueblo de Dios un gesto que acompañe esta preocupación.
Para ello convocamos a todos los que comparten nuestra
Fe y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a una jornada de ayuno y
oración, pidiendo a Dios Padre que mueva y sostenga los corazones y las
voluntades de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de los recursos de
la Ley, para frenar la perversa y devastadora fuerza de las drogas. Rogaremos
también por la construcción de “una cultura del encuentro y la solidaridad,
como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna”(1), y por la
conversión de los narcotraficantes.
El día que proponemos para esta Jornada es el 7 de
diciembre, primer sábado de Adviento. Ese día, en las diócesis del País, en las
catedrales y santuarios, en las parroquias y capillas, se celebrará la Santa
Misa por esta intención, recordando especialmente a los enfermos, a sus
familiares y a los fallecidos por causa de este flagelo.
La oración es una expresión de confianza dirigida a
nuestro Padre Dios que siempre quiere lo mejor para sus hijos, y conoce muy
bien lo que padecemos y sufrimos cuando un niño, un joven o un adulto pierden
la libertad, la salud y hasta la propia vida por causa de las drogas.
Que la Virgen María que nos cuida con ternura de
Madre, nos acompañe en este día.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal Argentina
Buenos Aires, 11 de noviembre de 2013
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