CONVOCATORIA A LA MISIÓN POPULAR DIOCESANA
DEL AÑO DE LA FE
A los presbíteros y diáconos,
religiosas y religiosos, consagradas y consagrados,
y todo el pueblo de Dios en nuestra Diócesis
Queridas hermanas y hermanos:
Hace apenas algunas semanas en Luján, a los pies de la
Virgen, con la alegría del encuentro fraterno de los miles de peregrinos de
nuestra diócesis, hemos iniciado el año de la fe. En una hermosa mañana y bajo
un sol radiante les decía:
Nuestra Diócesis de Quilmes, en esta Peregrinación, cuyo
lema es: «Caminando con la Virgen, renovamos nuestra fe», queremos iniciar el
Año de la Fe , para conmemorar con la Iglesia Universal , como lo ha querido el
Papa Benedicto, los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II, que será
el próximo 11 de octubre. Es por eso que convoco a toda la Diócesis a una
Misión popular diocesana para renovar la alegría de la fe , bajo el lema:
«Renovemos la alegría de nuestro bautismo». Las distintas instancias de la
Misión se desarrollarán a partir de febrero de 2013. A la Virgen de Luján
encomiendo esta Misión en el Año de la fe. (Homilía en la 34 Peregrinación
Diocesana a Luján , 9 de septiembre de 2012).
Hoy quiero invitarlos nuevamente a poner a nuestra diócesis
en estado de misión. Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre nos
dedicaremos a preparar la Cuaresma y la Pascua de 2013 para celebrarlas en un
clima de oración e intensa preparación espiritual de nuestras comunidades.
Teniendo en vista este propósito, les hago llegar algunas
sugerencias, propuestas e indicaciones.
1. Los equipos parroquiales para la preparación de la misión
y la catequesis de adultos 2013
Ninguna acción pastoral se realiza por el solo hecho de
enunciarla en una carta. Esta invitación necesita de hermanos y hermanas que puedan
organizarla y hacerla efectiva. Por eso, pido a los párrocos (o responsables de
cada comunidad parroquial) que convoquen un equipo coordinador parroquial,
formado por agentes de pastoral de distintas áreas. Este equipo será el
encargado de recibir los materiales y subsidios enviados a toda la diócesis,
adaptarlos a la realidad local y animar su puesta en práctica. Cada decanato, a
su vez, realizará una reunión para organizar las distintas iniciativas.
2. Las visitas a las casas durante el inicio de la cuaresma
2013
Para el comienzo de la cuaresma les propongo ir casa por
casa, visitando a los vecinos y entregándoles una carta de parte de la
comunidad diocesana (parroquial) inspirada en el lema: Renovemos la alegría de
nuestro bautismo. En los próximos meses les haremos llegar un modelo de esta
carta. En ella, cada comunidad debería incluir la información sobre las
actividades parroquiales o comunitarias más importantes (horarios,
celebraciones, inscripciones para la catequesis, etc.) y, además, los horarios
de las celebraciones y encuentros de la Semana Santa.
La carta incluirá, además, una invitación especial para las
personas adultas que no hayan completado la iniciación cristiana (Bautismo,
Confirmación y primera Comunión) y deseen hacerlo. En concreto, se las invitará
a integrarse a una pequeña comunidad en la que tendrán lugar doce encuentros de
catequesis entre el segundo domingo de Cuaresma y el domingo de Pentecostés.
Los bautismos y primeras comuniones se celebrarán en la Vigilia Pascual de cada
comunidad (en la noche del sábado 30 de marzo), y las confirmaciones se
realizarán en una única celebración diocesana de la Vigilia de Pentecostés (el
sábado 18 de mayo).
En la visita a las casas, ustedes podrán también invitar a
los vecinos a tener una pequeña celebración de oración y bendición del hogar,
en la cual podrán renovar su Profesión de fe.
Por su parte, la pastoral misionera diocesana les hará
llegar próximamente un material que sirva para la preparación de misioneros y
misioneras.
3. Las pequeñas comunidades para las catequesis de adultos
Les propongo también formar pequeñas comunidades para las
catequesis que recibirán a los adultos. Cada parroquia y capilla podrá
organizarlas con distintos horarios y, en lo posible, con dos o más alternativas
para facilitar la participación.
A estas comunidades no solamente estarán invitadas las
personas que no han completado la iniciación cristiana, sino todas aquellas que
quieran profundizar su camino de fe y renovar la alegría del bautismo.
Serán 12 catequesis que se tendrán de marzo a mayo. La
pastoral catequística y la pastoral bíblica diocesanas están preparando los
materiales, que les llegarán próximamente.
Les recomiendo que busquen vivir estas iniciativas
misioneras con alegría, cercanía y entusiasmo. Es una oportunidad para vivir la
Iglesia que soñamos ser: abierta, fraterna, misionera y solidaria. Seamos
sencillos y disponibles.
4. La participación en la liturgia
Los tiempos de cuaresma y pascua nos ofrecen una tónica
catecumenal y mistagógica muy importante: son un camino concreto para
redescubrir y celebrar el don de la fe, la gracia de nuestro bautismo, la vida
nueva en Cristo. Por esta razón recibirán también un subsidio para preparar las
celebraciones. Los invito a trabajar con esmero para hacer de nuestras
celebraciones momentos significativos enriqueciendo los guiones, las oraciones,
los cantos, y animando la participación de toda la comunidad.
5. El saludo de Adviento 2012 por decanato
Con el Consejo Presbiteral hemos pensado en proponer un
lugar público, en cada decanato, donde yo pueda estar presente durante algunas
horas saludando a los vecinos por la Navidad a lo largo del mes de diciembre de
2012. Les pido a los decanos concretar la propuesta disponiendo la fecha, el
horario y el lugar, e invito a hermanos y hermanas de las distintas comunidades
a acompañarme. Vengan con el mate y las guitarras a compartir este saludo
navideño expresando la alegría de la fe.
6. Oración para la misión diocesana del Año de la Fe
Finalmente los invito a rezar desde hoy esta oración en
todas las comunidades. Es expresión de nuestra confianza en Jesús, de nuestro
amor a la Trinidad y del espíritu con el que queremos vivir la misión
diocesana. Tal vez puedan integrarla en cada eucaristía o celebración de la
Palabra del domingo, como conclusión de la oración universal o bien después de
la comunión. Los invito también a rezarla en otros encuentros y celebraciones
de la comunidad, e incluso en nuestras casas.
Oración para la misión diocesana del año de la fe
Señor, ayúdanos a renovar la alegría de nuestro bautismo.
Señor Jesús, Hijo amado del Padre,
consagrado por la unción del Espíritu,
creemos en tu Buena Noticia:
creemos en Dios, que es Amor y Comunión.
Señor Jesús,
al descubrir tus gestos y palabras,
al contemplar tu vida entregada y resucitada,
abrís nuestros ojos al amor del Padre
y nuestros corazones a la obra del Espíritu...
y, poco a poco, se transforman nuestras vidas.
Por eso, junto a la Virgen de Luján, nuestra Madre,
con humilde confianza te pedimos:
Condúcenos hacia las fuentes de la fe,
ayúdanos a renovar la alegría de nuestro bautismo,
enséñanos a vivir cada vez más profundamente
nuestra comunión de pueblo creyente,
y envíanos —con la fuerza y la dulzura del Espíritu—
al encuentro de cada hombre y mujer,
atentos a sus inquietudes y esperanzas,
disponibles para escuchar y comprender,
cercanos para animar y acompañar.
Y así, con tantas generaciones de creyentes que nos
precedieron,
podremos decir una vez más al Dios uno y tres veces santo:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
* * *
Queridas hermanas y queridos hermanos: Este Año de la Fe,
que comenzamos a vivir, es sin duda una oportunidad y una gracia. Oportunidad
para salir al encuentro de quienes viven en nuestros barrios y ciudades;
oportunidad para volver al encuentro con Cristo, ese encuentro que despierta
nuestra fe; oportunidad para renovar nuestro «sí», como la Virgen, al Dios de
Amor que nos convoca y nos da vida. Gracia de nuestro Padre Dios, que nos
invita a renovar la alegría de ser hijas e hijos suyos; gracia de nuestro
Salvador Jesús, que nos invita a ir nuevamente hacia las fuentes de la fe; gracia
del Espíritu que nos impulsa, nos alienta y reaviva nuestra confianza.
Encomendémonos a la bondadosa intercesión del Beato Juan
XXIII, quien convocó al Concilio
Vaticano II, para que seamos dóciles al soplo del Espíritu y
permanezcamos atentos a los signos de los tiempos como lo hizo él.
Reciban mi saludo y mi bendición.
+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes
CON TODO Y CON EL PODER DE DIOS ESPIRITU NSANTO
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