Rueda de prensa con
el santo padre
Papa Francisco: Buenas noches y muchas gracias. Estoy feliz.
Ha sido un hermoso viaje, espiritualmente me ha hecho bien. Estoy bastante
cansado, pero con el corazón alegre, y estoy bien, bien: me hizo bien
espiritualmente. Encontrar a la gente hace bien, porque el Señor actúa en cada
uno de nosotros, trabaja en el corazón, y la riqueza del Señor es tanta que
siempre podemos recibir tantas cosas bellas de los demás. Y esto me hace bien.
Esto, como un primer balance. Luego diré que la bondad, el corazón del pueblo
brasileño es grande, es cierto: es grande. Es un pueblo muy amable, un pueblo
que ama la fiesta, incluso en el sufrimiento siempre encuentra la manera de
lucir bien en todas partes. Y eso está bien: es un pueblo feliz, ¡es un pueblo
que ha sufrido tanto! Es contagiosa la alegría de los brasileños, ¡es
contagiosa! Y tienen un gran corazón, este pueblo. Diré lo mismo de los
organizadores, tanto por nuestra parte, como de parte de los brasileños; sentía
que estaba en frente de una computadora, una computadora encarnada... ¡De
verdad! Todo estaba programado, ¿no? Pero muy bello. Luego, tuvimos problemas
con las previsiones de la seguridad: la seguridad aquí, la seguridad allá; no
hubo un incidente en todo Río de Janeiro, en estos días, y todo fue espontáneo.
Con menos seguridad, tuve la oportunidad de estar con la gente, abrazar,
saludar, sin coches blindados... es la seguridad de confiar en un pueblo. Es
cierto que siempre existe el peligro de que aparezca un loco... oh, sí, que
haya un loco que haga algo, ¡pero también está el Señor! Sin embargo, hacer un
espacio de blindaje entre el obispo y la gente es una locura, y yo prefiero
esta locura: por fuera, y correr el riesgo de la otra locura. Prefiero esta
locura: estar afuera. La cercanía es buena para todos.
Luego, la organización de la Jornada, nada específico, sino
todo: lo artístico, lo religioso, la parte catequética, la liturgia... ¡fue
hermoso! Tienen una capacidad de expresarse en el arte. Ayer, por ejemplo, han
hecho cosas maravillosas, ¡hermosas! Después, Aparecida: Aparecida para mí es
una experiencia religiosa fuerte. Me acuerdo de la Quinta Conferencia (del
Celam ndt). Yo estaba allí para orar, para orar. Yo quería ir solo, un poco
escondido, ¡pero había una multitud impresionante! Sin embargo, no era posible,
eso lo sabía antes de llegar. Y hemos orado, nosotros. No sé...algo...pero
también de su parte. Su trabajo ha sido, según me han dicho, --no he leído los
periódicos en estos días, no tuve tiempo, no he visto la televisión, no--, pero
me dijeron que fue un buen trabajo, ¡bueno, bueno! Gracias, muchas gracias por
su cooperación, gracias por hacer esto. Luego el número, el número de jóvenes.
Hoy --no podía creerlo--, pero el Gobernador habló hoy de tres millones. No
puedo creerlo. Pero desde el altar --¡esto es verdad!--, no sé si ustedes,
algunos de ustedes han estado en el altar: desde el altar, hasta el final, toda
la playa estaba llena, hasta la curva; más de cuatro kilómetros. Es decir,
muchos jóvenes. Y dicen, me lo dijo el arzobispo Tempesta, que provenían de 178
países: ¡178! También el vice presidente me dio este número: eso es seguro. ¡Es
importante! ¡Fuerte!
Padre Federico Lombardi, SJ, Director de la Sala de Prensa
vaticana: Gracias. A continuación, le damos la palabra en primer lugar a Juan
de Lara, que es de la agencia EFE, y es español, y es el último viaje que hace
con nosotros, así que estamos felices de darle esta oportunidad.
Juan de Lara: Santidad, buenas noches. En nombre de todos
los compañeros le queremos agradecer estos días que nos ha regalado en Río de
Janeiro, el trabajo que ha hecho y el esfuerzo que ha supuesto y también en
nombre de todos los periodistas españoles, le queremos agradecer las plegarias
y los rezos por las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de
Compostela. Muchísimas gracias. Y la primera pregunta, no tiene mucho que ver
con el viaje, pero aprovechamos la ocasión de que nos da esta posibilidad y
quería preguntarle: Santidad, en estos cuatro meses de pontificado, hemos visto
que ha creado varias comisiones para reformar la Curia vaticana. Quisiera
preguntarle: ¿Qué tipo de reforma tiene en mente, contempla la posibilidad de
suprimir el IOR, el llamado Banco del Vaticano? Gracias.
Papa Francisco: Los pasos que fui dando en estos cuatro
meses y medio, vienen de dos vertientes: el contenido de lo que había que
hacer, todo, viene de la vertiente de las congregaciones generales que tuvimos
los cardenales. Fueron cosas que los cardenales pedimos al que iba a ser el
nuevo papa. Yo me acuerdo que pedía muchas cosas, pensando en otro. O sea,
pedíamos, hay que hacer esto….por ejemplo, la comisión de ocho cardenales,
sabemos que es importante tener una consulta outsider, no las consultas que se
tienen, sino outsider. Y esto va en la línea –-aquí hago como una abstracción,
pensando, pero para explicarlo--, en la línea, cada vez (mayor) de la
maduración de la relación entre sinodalidad y Primado. O sea, estos ocho
cardenales favorecen la sinodalidad, ayudan a que los diversos episcopados del
mundo se vayan expresando en el mismo gobierno de la iglesia. Hay muchas
propuestas que se hicieron, que todavía no están puestas en práctica, como la
reforma de la Secretaría del Sínodo, en la metodología; como la comisión
post-sinodal que tenga carácter permanente de consulta; como los consistorios
cardenalicios con temáticas no tanto formales --como por ejemplo la
canonización--, sino también temáticas, etc.
Bueno, la vertiente de los contenidos viene de ahí. La
segunda vertiente es la oportunidad. Les confieso, a mí no me costó, al mes de
pontificado, armar la comisión de los ocho cardenales, que es una cosa… La
parte económica yo pensaba tratarla el año que viene, porque no era lo más
importante que había que tocar. Sin embargo, la agenda se cambió debido a
circunstancias que ustedes conocen, que son de dominio público y que
aparecieron problemas y que había que enfrentarlos. El primero, el problema del
IOR, o sea, cómo encaminarlo, cómo delinearlo, cómo reformularlo, cómo sanear
lo que haya que sanear, y ahí está la primera comisión de referencia, ese es el
nombre. Ustedes conocen el quirógrafo, lo que se pide, los integrantes y todo.
Después tuvimos la reunión de la comisión de los quince cardenales que se
ocupan de los aspectos económicos de la Santa Sede. Son de todas partes del
mundo. Y ahí, preparando esa reunión se vio la necesidad de hacer una misma
comisión de referencia para toda la economía de la Santa Sede. O sea, que se
tocó el problema económico fuera de agenda, pero estas cosas suceden cuando (se
está) en el oficio de gobierno ¿cierto?, uno va por aquí, pero le patean un
golazo de allá y lo tiene que atajar, ¿no es cierto? Entonces, la vida es así
y, eso es lo lindo de la vida también. Repito la pregunta que me hacía del IOR,
perdón, estoy hablando en castellano. Perdón… me venía la respuesta en
castellano.
Con referencia a la pregunta que me hizo del IOR, que no sé
cómo va a terminar el IOR; algunos dicen que tal vez es mejor que sea un banco,
otros que sea un fondo de ayuda, otros dicen que se cierre. ¡Es decir! Se
escuchan estas voces. No lo sé. Confío en el trabajo de la gente del IOR, que
están trabajando en esto, también en la Comisión. El presidente del IOR sigue
siendo el mismo que era antes; en cambio el director y el vice director han
dimitido. Pero esto, no le podría decir cómo terminará esta historia, y esto
también es bueno, porque se encuentra, se busca; somos humanos, en esto;
tenemos que encontrar lo mejor. Mas esto sí; pero las características del IOR
-- ya sea banco, ya sea fondo de ayuda, o lo que sea--, transparencia y
honestidad. Esto debe ser así. Gracias.
Padre Lombardi: Muchas gracias, Santidad. Ahora damos paso a
uno de los representantes del grupo italiano, y tenemos a uno que usted conoce
bien: Andrea Tornielli, que viene a hacerle una pregunta en nombre del grupo
italiano.
Andrea Tornielli: Santo Padre, tendría una pregunta un poco
tal vez indiscreta: ha dado la vuelta al mundo la fotografía, cuando partimos,
de Usted que sube al avión llevando un maletín negro, y han habido artículos de
todo el mundo que han comentado esta novedad: sí, del papa que sube..., no
sucedía, digamos, que el papa subiese con su equipaje de mano. Por lo tanto,
también han habido hipótesis de lo que contenía el maletín negro. Por lo tanto,
mis preguntas son: uno, ¿por qué llevó Usted su maletín negro, y no lo llevó un
colaborador; y dos, si nos puede decir lo que había dentro... Gracias.
Papa Francisco: ¡No era la clave de la bomba atómica! La
llevé porque siempre lo he hecho así: yo, cuando viajo, la llevo. Y en el
interior, ¿qué había? Hay una máquina de afeitar, está el breviario, la agenda,
hay un libro para leer --he traído uno de Santa Teresita del cual soy devoto.
Yo siempre llevo la bolsa cuando viajo: es normal. Pero hay que ser normales...
No sé... es un poco extraño para mí lo que me dices, que ha dado la vuelta al
mundo esta imagen. Pero tenemos que acostumbrarnos a ser normales. La
normalidad de la vida. No lo sé, Andrea, si te respondí ...
Padre Lombardi: Ahora le damos la palabra a un representante
de la lengua portuguesa, Aura Miguel, que es de Radio Renascença:
Aura Miguel: Santidad, quería preguntarle ¿por qué pide
insistentemente que oremos por usted? No es normal, habitual, escuchar a un
papa pedir tanto que oren por él...
Papa Francisco: Siempre me he preguntado esto. Cuando era
presbítero lo pedía, pero no con tanta frecuencia; empecé a pedirlo con cierta
frecuencia en mi trabajo de obispo, porque siento que si el Señor no ayuda en
este trabajo de ayudar al pueblo de Dios a seguir adelante, uno no puede...
Realmente me siento con muchas limitaciones, con tantos problemas, incluso
pecador --¡ustedes lo saben!--, y tengo que pedir esto. ¡Pero, me viene de
adentro! Incluso a la Virgen le pido que ore por mí ante Dios. Es un hábito,
pero es una costumbre que viene del corazón y también por la necesidad que
tengo por mi trabajo. Siento que tengo que pedirlo... No lo sé, es así...
Padre Lombardi: Ahora pasamos al grupo de habla inglesa, y
le damos la palabra a nuestro colega Pullella de Reuters, que está aquí
delante.
Philip Pullella: Santidad, gracias por su disponibilidad, en
nombre del grupo inglés. El colega de Lara ya ha hecho la pregunta que
queríamos hacer, así que sigo un poco en ese sentido: Usted, al tratar de hacer
estos cambios, recuerdo que le dijo al grupo de América Latina que son muchos
los santos que trabajan en el Vaticano, pero que también hay personas que son menos
santas, ¿no?
¿Encontró resistencia a este deseo de cambiar las cosas en
el Vaticano? ¿Encontró resistencia? La segunda pregunta es: Usted vive de un
modo muy austero, permaneció en Santa Marta, etc.... ¿Usted quiere que sus
colaboradores, incluso los cardenales, sigan este ejemplo y tal vez vivan en
comunidad, o es algo solo para usted?
Papa Francisco: Los cambios... los cambios vienen también de
dos frentes: lo que nosotros los cardenales hemos pedido, y lo que viene de mi
personalidad. Usted habló del hecho de que yo permanezco en Santa Marta: pero
yo no podría vivir solo en el Palacio, que no es de lujo. ¡El apartamento papal
no es tan lujoso! Es amplio, es grande, pero no es lujoso. ¡Pero yo no puedo
vivir solo o con un grupo pequeño! Necesito gente, encontrar gente, hablar con
la gente... Y así, cuando los chicos de los colegios jesuitas me han hecho la
pregunta: "¿Por qué Usted? ¿Por austeridad, por pobreza?". No, no:
por razones psiquiátricas, simplemente, porque psicológicamente no puedo. Cada
uno debe llevar adelante su vida, con su manera de vivir, de ser.
Los cardenales que trabajan en la Curia no viven de modo
rico y suntuoso: viven en un pequeño apartamento, son austeros, son austeros.
Los que conozco, estos apartamentos que la APSA (Administración del Patrimonio
de la Sede Apostólica ndt) le da a los cardenales. Todo el mundo tiene que
vivir como el Señor le pide de vivir. Pero la austeridad –una austeridad en
general--, creo que es necesaria para todos los que trabajamos en el servicio
de la Iglesia. Hay tantos matices en la austeridad..., cada uno tiene que
encontrar su camino. En comparación con los santos, esto es cierto, hay santos:
cardenales, obispos, presbíteros, religiosas, laicos; personas que rezan,
personas que trabajan mucho, y también quien va por los pobres,
encubiertamente. Sé de algunos que se preocupan por la alimentación de los
pobres o después, en su tiempo libre, van a ejercer su ministerio en una
iglesia o en otra... Son presbíteros. Hay santos en la Curia. Y también hay algunos
que no son tan santos, y esos son los que hacen más ruido. Ustedes saben que
hace más ruido un árbol que cae en un bosque, que el que crece. Y me duele
cuando se dan estas cosas. Pero hay algunos que causan escándalo, algunos.
Tenemos a este monseñor en la cárcel, creo que todavía está en la cárcel; no
fue a la cárcel porque se parecía a la beata Imelda precisamente, no era un
beato. Son escándalos éstos, que duelen. Una cosa –esto no lo he dicho antes,
pero me he dado cuenta--, creo que la Curia se ha reducido ligeramente en el
nivel que tenía antes, de aquellos viejos curiales... el perfil del viejo
curial, fiel, que hacía su trabajo. Necesitamos más de estas personas. Creo
que... los hay, pero no tantos como antes. El perfil del antiguo hombre de Curia:
lo diría así. Tenemos que tener más de estos. ¿Qué si encuentro resistencia?
¡Bah! Si hay resistencia, todavía no la he visto. Es cierto que no he hecho
muchas cosas, pero puedo hablar que sí, he encontrado ayuda, y también encontré
gente leal. Por ejemplo, me gusta cuando una persona me dice: "Yo no estoy
de acuerdo", y de esto he encontrado. "Aunque esto no lo veo así, no
estoy de acuerdo: yo digo, Usted lo hace." Este es un verdadero
colaborador. Y esto lo encontré en la Curia. Y esto es bueno. Pero cuando hay
personas que dicen: "Oh, qué bien, qué bien, qué bien", y luego dicen
lo contrario del otro lado... Aún esto no lo he notado. Tal vez sí, habrán
algunos, pero no lo he notado. La resistencia: en cuatro meses no se puede
encontrar mucho...
Padre Lombardi: Así pues, ahora pasamos a una brasileña.
Entonces, Patricia Zorzan.
Patricia Zorzan: Hablando en nombre de los brasileños. La
sociedad ha cambiado, los jóvenes han cambiado, y vemos en Brasil muchos
jóvenes. Usted no ha hablado sobre el aborto, el matrimonio entre personas del
mismo sexo. En Brasil han aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y ha
permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado
sobre esto?
Papa Francisco: La Iglesia se ha expresado ya perfectamente
sobre eso. No era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la
estafa o la mentira, o otras cosas, en las cuales la iglesia tiene una doctrina
clara.
Patricia Zorzan: Pero es un asunto que interesa a los
jóvenes…
Papa Francisco: Si, pero no era necesario hablar de eso,
sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos, ¿no es cierto?
Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
Patricia Zorzan: ¿Cuál es la postura de su Santidad, puede
hablarnos?
Papa Francisco: La de la Iglesia. Soy hijo de la Iglesia.
Padre Lombardi: Izoard, que ya hemos llamado, así que
tenemos un grupo del grupo francés.
Antoine-Marie Izoard: Buenos días, Santidad. En nombre de
los colegas de habla francesa en el vuelo --que son nueve en este vuelo. Para
un papa que no quiere hacer entrevistas, realmente estamos agradecidos. Ya a
partir del 13 de marzo, Usted se presenta como el obispo de Roma, con una
grandísima, fortísima insistencia. Por lo tanto, nos gustaría entender cuál es
el sentido profundo de esta insistencia. Por lo tanto, quisiéramos entender
cuál es el sentido profundo de esta insistencia, si por casualidad ¿más que de
colegialidad se hablará quizás de ecumenismo, por decir, como primus inter
pares de la Iglesia? Gracias.
Papa Francisco: Sí, en esto, no hay que ir más allá de lo
que se dice. El papa es obispo, el obispo de Roma, y por qué es el obispo de
Roma es el sucesor de Pedro, el Vicario de Cristo. Hay otros títulos, pero el
primer título es "Obispo de Roma", y de allí viene todo. Hablar,
pensar que esto quiere decir primus inter pares, no, esto no es el resultado de
esto. Simplemente, es el primer título del papa: el Obispo de Roma. Pero
también hay otros... Creo que usted dijo algo sobre ecumenismo: creo que esto
va a favorecer un poco al ecumenismo. Pero, solo esto...
Padre Lombardi: Ahora, Darío Menor de La Razón, España:
Darío Menor Torres: Una pregunta sobre sus sentimientos.
Comentó hace una semana de aquel niño que le preguntó que cómo se sentía, si
alguno se podía imaginar cómo se podía ser papa y si lo podía desear. Decía,
que había que estar loco para ello. Después de su primera experiencia
multitudinaria como han sido estos días en Río, si nos puede contar cómo se
siente siendo papa, si es muy duro, si es feliz siéndolo y, si además, también
de alguna manera, ha acrecentado su fe o por el contrario, ha tenido alguna duda.
Gracias.
Papa Francisco: Hacer el trabajo de obispo es algo hermoso,
es hermoso. El problema es cuando uno busca aquel trabajo: esto no es tan
bonito, esto no es del Señor. Pero cuando el Señor llama a un presbítero para
ser un obispo, esto es hermoso. Siempre existe el peligro de sentirse un poco
superior a los demás, y no como los demás, un poco príncipe. Son peligros y
pecados. Pero el trabajo del obispo es hermoso: es ayudar a los hermanos a
seguir adelante. El obispo delante de los fieles, para marcar el camino; el
obispo en medio de los fieles, para ayudar a la comunidad; y el obispo detrás
de los fieles, porque los fieles muchas veces tienen el olor de las calles. El
obispo tiene que ser así. La pregunta era ¿si me gustaba? A mí me gusta ser un
obispo, me gusta. ¡En Buenos Aires estaba tan feliz, tan feliz! Yo estaba
feliz, es cierto. El Señor me ayudó en eso. Pero yo estaba feliz como
presbítero, y como obispo estaba feliz. En este sentido, digo que me gusta.
Pregunta adicional: ¿Y ser papa?
Papa Francisco: ¡También, también! Cuando el Señor te pone
ahí, si haces lo que el Señor quiere, eres feliz. Este es mi sentimiento, lo
que siento.
Padre Lombardi: Ahora, otro del grupo italiano: Salvatore
Mazza de "Avvenire".
Salvatore Mazza: Yo ni siquiera puedo levantarme. Lo siento,
no puedo a alzarme por todos los cables que tengo bajo mis pies... Hemos visto
en los últimos días, lo hemos visto lleno de energía, incluso a altas horas de
la noche; lo estamos viendo ahora con el avión que se mueve, que está
tranquiamente de pie, sin un momento de vacilación. Queríamos preguntarte: se
habla mucho de los próximos viajes. Se habla de Asia, de Jerusalén, de la
Argentina. ¿Tiene ya un calendario más o menos definido para el próximo año, o
todavía está por verse?
Papa Francisco: Definido, definido no hay nada. Pero puedo
decirle algo de lo que se está pensando. Está definido, lo siento, el 22 de
septiembre en Cagliari. Luego, el 4 de octubre en Asís. En mente, en Italia, me
gustaría visitar a mis ancestros, un día: ir en avión por la mañana y volver
con otro, porque ellos, pobrecillos, me llaman y tenemos una buena relación.
Pero solo un día. Fuera de Italia: el patriarca Bartolomé I quiere hacer un
encuentro para conmemorar el 50 aniversario de Atenágoras y Pablo VI en
Jerusalén. Incluso el gobierno israelí ha hecho una invitación especial para ir
a Jerusalén. Y creo que el gobierno de la Autoridad Palestina lo mismo. Esto se
está pensando: no se sabe si se va o no se va ... Entonces, creo que no hay
posibilidad de regresar a América Latina, porque el papa latinoamericano, el
primer viaje a América Latina... ¡adiós! ¡Tendremos que esperar un poco! Creo
que se puede ir al Asia, pero está todo en el aire. He recibido una invitación
para ir a Sri Lanka, así como a las Filipinas. Sin embargo, al Asia hay que ir.
Por que el papa Benedicto XVI no tuvo tiempo de ir a Asia, y es importante. Se
fue a Australia y luego a Europa y América, pero Asia... Ir a la Argentina: en
este momento creo que se puede esperar un poco, porque todos estos viajes
tienen una cierta prioridad. Yo quería ir a Constantinopla, el 30 de septiembre
para hacer una visita a Bartolomé I, pero no puedo, no es posible para mi
agenda. Si nos encontramos, lo haremos en Jerusalén.
Pregunta adicional: ¿Fatima?
Papa Francisco: Fátima, existe también una invitación a
Fátima, es cierto, es cierto. Hay una invitación para ir a Fátima.
Pregunta adicional: ¿30 de septiembre o el 30 de noviembre?
Papa Francisco: Noviembre, noviembre: San Andrés.
Padre Lombardi: Bueno. Así que ahora vamos a ir a los
Estados Unidos, y llamamos a Hada Messia de la CNN para hacerle una pregunta:
Hada Messia: Buenas. Usted se sostiene mejor que yo... No,
no, no, está bien, está bien. Mi pregunta es: cuando se reunió con los jóvenes
argentinos, un poco en broma, un poco en serio, les dijo que Usted a veces, se
siente atrapado: queríamos saber a qué se refiere, exactamente...
Papa Francisco: ¿Sabes cuántas veces he querido ir por las
calles de Roma, porque me gustaba, en Buenos Aires, ir por la calle?, ¡me
gustaba mucho! En este sentido, me siento un poco enjaulado. Sin embargo, tengo
que decir que son tan buenos los de la Gendarmería Vaticana, son buenos,
buenos, y estoy agradecido. Incluso me permiten hacer alguna cosa más. Creo
que... su deber es proteger la seguridad. Enjaulado, en aquel sentido. Me
gustaría ir por la calle, pero entiendo que no es posible: lo entiendo. En ese
sentido, lo dije. Por que mi hábito era, como decimos en Buenos Aires, ser un
cura callejero...
Padre Lombardi: Ahora llamamos nuevamente a un brasileño: es
Marcio Campos.
Papa Francisco: Me preguntaba la hora, porque tienen que
servir la cena, ¿tienen hambre?
Todos: No, no...
Marcio Campos: Santidad, Santo Padre, quiero decirle que
cuando sienta nostalgia del Brasil, del pueblo brasileño, alegre, abrace la
bandera que le entregué. También me gustaría dar las gracias a mis colegas del
diario Folha de São Paulo, Estado, Globo y Veja por estar representándolos con
una pregunta. Santo Padre, es muy difícil acompañar a un papa. Todos estamos
cansados. Usted se encuentra bien, y todos estamos cansados... En Brasil, la
Iglesia católica ha perdido fieles en los últimos años. ¿El movimiento de
Renovación Carismática es una posibilidad para evitar que los fieles asistan a
las iglesias pentecostales? Muchas gracias por estar aquí y muchas gracias por
estar con nosotros.
Papa Francisco: Es muy cierto lo que dices de la disminución
de los fieles: es cierto, es cierto. Hay estadísticas. Hemos hablado con los
obispos brasileños del problema, en una reunión que tuvimos ayer. Usted
preguntaba sobre el movimiento de Renovación Carismática. Le digo una cosa. Con
los años, a finales de los años setenta, principios de los ochenta, no podía
verlos. Una vez, hablando de ellos, he dicho esta frase: "Estos confunden
una celebración litúrgica con una escuela de samba." Esto lo dije yo. Me
he arrepentido. Después los he conocido mejor. Es también cierto que el
movimiento, con buenos consejeros, ha seguido por un buen camino. Y ahora creo
que este movimiento hace tanto bien para la Iglesia, en general.
En Buenos Aires, los reunía a menudo y una vez al año
celebraba una misa con todos ellos en catedral. Siempre los he favorecido,
cuando me convertí, cuando vi lo bueno que hacían. Porque en este momento en la
Iglesia --y aquí amplío un poco la respuesta--, creo que los movimientos son
necesarios. Los movimientos son una gracia del Espíritu. "Pero, ¿cómo se
puede sostener un movimiento que es tan libre?". ¡También la Iglesia es
libre! El Espíritu Santo hace lo que quiere. Entonces, Él hace el trabajo de la
armonía, pero creo que los movimientos son una gracia, aquellos movimientos que
tienen el espíritu de la Iglesia. Por esta razón creo que el movimiento de
Renovación Carismática no solo ayuda a evitar que algunos pasen a las
denominaciones pentecostales. ¡No! ¡Sirve a la Iglesia misma! Nos renueva. Y
todos buscan el propio movimiento de acuerdo con su carisma, donde el Espíritu
le guíe. Estoy cansado... Estoy cansado.
Padre Lombardi: Ahora, Guénois de Le Figaro para el grupo
francés.
Jean-Marie Guénois: Santo Padre, una pregunta con mi colega
de La Croix, también: Usted ha dicho que la Iglesia sin la mujer pierde la
fecundidad. ¿Qué medidas concretas va a tomar? Por ejemplo, el diaconado
femenino o una mujer al frente de un dicasterio? Y una pequeñísima pregunta
técnica: Usted dijo que estaba cansado. ¿Tiene facilidades especiales para el
retorno? Gracias, Santidad.
Papa Francisco: Vamos a empezar desde lo último. Este avión
no cuenta con un equipamiento especial. Yo estoy adelante, un hermoso sillón,
común, pero común, como el que todos tienen. He pedido que se escriba una carta
y una llamada telefónica para decir que no quería una adecuación especial en el
avión: ¿está claro?
Segundo, la mujer. Una iglesia sin las mujeres es como el
Colegio Apostólico sin María. El papel de la mujer en la Iglesia no es solo la
maternidad, la madre de familia, sino que es más fuerte: es como el icono de la
Virgen, Nuestra Señora; ¡aquella que ayuda a crecer a la Iglesia! ¡Piensen que
Nuestra Señora es más importante que los Apóstoles! ¡Es más importante! La
Iglesia es femenina: es Iglesia, es esposa, es madre. Pero la mujer, en la
Iglesia, no solo tiene que... no sé cómo decirlo en italiano..., el papel de la
mujer en la Iglesia no solo debe terminar como una madre, como trabajadora,
limitada... ¡No! ¡Es otra cosa! Ya los papas… Pablo VI escribió algo hermoso
sobre las mujeres, pero creo que debemos seguir adelante en la explicitación de
este rol y carisma de la mujer. No se puede entender una Iglesia sin las
mujeres, pero mujeres que estén activas en la Iglesia, con sus perfiles, que
llevan adelante.
Pienso en un ejemplo que no tiene nada que ver con la
Iglesia, pero es un ejemplo histórico: en América Latina, el Paraguay. Para mí,
la mujer del Paraguay es la mujer más gloriosa de América Latina. ¿Usted es
paraguayo? Se mantuvieron después de la guerra, ocho mujeres por cada hombre, y
estas mujeres han hecho una elección un poco difícil: la decisión de tener
hijos para salvar: la patria, la cultura, la fe y el idioma. En la Iglesia,
debemos pensar en la mujer en esta perspectiva: de opciones arriesgadas, pero
como mujeres. Esto se debería explicar mejor. Creo que no hemos hecho todavía
una profunda teología de la mujer, en la Iglesia. Solo que puede hacer esto,
que puede hacer aquello, ahora hace de monaguillo, ahora lee la lectura, es la
presidenta de Cáritas... Pero, ¡hay más! Se debe hacer una profunda teología de
la mujer. Esto es lo que pienso.
Padre Lombardi: Por el grupo español, ahora tenemos a Pablo
Ordaz, de El País:
Pablo Ordaz: Queríamos saber su relación de trabajo, no
tanto amistosa, de colaboración con Benedicto XVI. No ha habido antes una
circunstancia así, y si tiene contactos frecuentes, y le está ayudando en esa
carga. Muchas gracias.
Papa Francisco: Creo que la última vez que hubo dos papas, o
tres papas, no se hablaban entre ellos, estaban peleando a ver quién era el
verdadero... Tres llegaron a haber en el Cisma de Occidente. Hay algo que
califica mi relación con Benedicto: lo quiero mucho. Siempre lo he querido.
Para mí es un hombre de Dios, un hombre humilde, un hombre que ora. Yo estaba
tan feliz cuando fue elegido papa. Incluso cuando renunció, ¡fue para mí un
ejemplo de grandeza! Un grande. ¡Solo un hombre grande hace esto! Un hombre de
Dios y un hombre de oración. Ahora vive en el Vaticano, y algunos me dicen:
¿pero cómo se puede hacer esto? ¡Dos papas en el Vaticano! Pero, ¿no te
obstruye? ¿No te hace la revolución en contra? Todas estas cosas que dicen,
¿no? Encontré una frase para responder a esto: "Es como tener tu abuelo en
casa", pero el abuelo sabio. Cuando en una familia el abuelo está en casa,
es venerado, amado, se le escucha. ¡Él es un hombre de prudencia! No se
entromete. Le dije muchas veces: "Santidad, reciba, haga su vida, venga
con nosotros". Vino para la inauguración y bendición de la estatua de San Miguel.
Bueno, esa frase lo dice todo. Para mí es como tener el abuelo en casa: mi
padre. Si tuviera una dificultad o una cosa que no he entendido, llamaría:
"Dígame, ¿puedo hacerlo, aquello?". Y cuando fui a hablar sobre el
gran problema de Vatileaks, me habló de todo con una sencillez…, al servicio. Y
hay algo que no sé si lo saben, creo que sí, pero no estoy seguro: cuando nos
habló, en el discurso de despedida, el 28 de febrero, nos dijo: "En medio
de vosotros está el próximo papa: le prometo obediencia". Es un grande;
¡esto es de un grande!
Padre Lombardi: Así pues, ahora le damos de nuevo la palabra
a una brasileña, Ana Ferreira.
Anna Ferreira: Santo padre, buenas noches. Gracias. Me
gustaría decir "gracias" tantas veces: gracias por haber traído tanta
alegría al Brasil, y gracias también por responder a nuestras preguntas. A
nosotros los periodistas nos gusta mucho preguntar. Quisiera saber por qué ayer
le habló a los obispos brasileños sobre la participación de las mujeres en
nuestra Iglesia. Me gustaría entender mejor: ¿cómo debe ser esta participación
de nosotras las mujeres en la Iglesia? Y Usted,¿qué piensa de la ordenación de
mujeres? ¿Cuál debe ser nuestra posición en la Iglesia?
Papa Francisco: Me gustaría explicar un poco de lo que he
dicho sobre la participación de la mujer en la Iglesia: no se puede limitarse
al hecho de que haga de monaguillo o la presidenta de Cáritas, la catequista...
¡No! Tiene que haber más, más profundamente, incluso más a nivel místico, con
esto que he dicho de la teología de la mujer. Y, en relación con la ordenación
de mujeres, la Iglesia ha hablado y dice: "No". Lo ha dicho Juan Pablo
II, y con una declaración definitiva. Aquella está cerrada, aquella puerta,
pero sobre esto quiero decirte algo. Ya lo he dicho, pero lo repito. Nuestra
Señora, María, era más importante que los apóstoles, que los obispos, los
diáconos y presbíteros. La mujer, en la Iglesia, es más importante que los
obispos y los presbíteros; cómo, es lo que debemos tratar de explicar mejor,
porque creo que falta una explicación teológica de esto. Gracias.
Padre Lombardi: Gian Guido Vecchi, del Corriere della Sera.
Gian Guido Vecchi: Santo Padre, Usted también en este viaje
ha hablado en varias ocasiones de la misericordia. A propósito del acceso a los
sacramentos de los divorciados y vueltos a casar, ¿hay la posibilidad de que
algo cambie en la disciplina de la Iglesia? Que estos sacramentos sean una
oportunidad para acercar a estas personas, en lugar de una barrera que los
separa de los otros creyentes?
Papa Francisco: Este es un tema que se pregunta siempre. La
misericordia es mayor que en aquel caso que usted se plantea. Creo que este es
el tiempo de la misericordia. Este cambio de época, también con muchos
problemas de la Iglesia --como un mal testimonio de algunos presbíteros,
incluso los problemas de corrupción en la Iglesia, también el problema del
clericalismo, por ejemplo--, han dejado muchos heridos, muchos heridos. Y la
Iglesia es Madre: debe ir a curar a los heridos, con misericordia. Pero si el
Señor no se cansa de perdonar, no tenemos otra opción que esto: en primer
lugar, atender a los heridos. Es madre, la Iglesia, y debe ir por este camino
de la misericordia. Y encontrar una misericordia para todos. Pero creo que,
cuando el hijo pródigo ha vuelto a casa, el padre no le dijo: "Pero, tú,
escucha, siéntate: ¿qué hiciste con el dinero?". ¡No! ¡Hizo fiesta! Luego,
tal vez, cuando el hijo ha querido hablar, ha hablado. La Iglesia tiene que
hacerlo así. Cuando hay alguien... no solo esperarlo: ¡hay que ir a buscarlo!
Esta es la misericordia. Y creo que este es un kairós: este tiempo es un kairós
de misericordia. Pero esta primera intuición la tenía Juan Pablo II, cuando
comenzó con Faustina Kowalska, la Divina Misericordia... tenía algo, se dio
cuenta de que era una necesidad de este tiempo.
En relación con el problema de la Comunión a personas en
segunda unión, porque los divorciados pueden ir a la comunión, no hay problema,
pero cuando viven una segunda unión, no pueden. Creo que es necesario tener en
cuenta esto en la totalidad de la pastoral del matrimonio. Y por eso hay un
problema. Pero también --un paréntesis--, los ortodoxos tienen una práctica
diferente. Siguen la teología de la economía, como lo llaman, y dan una segunda
oportunidad, lo permiten. Pero creo que este problema --cierro el paréntesis--,
debe ser estudiado en el marco de la pastoral del matrimonio. Y para esto, dos
cosas: en primer lugar, uno de los temas a consultar con estos ocho del Consejo
de Cardenales, con los que nos reuniremos el 1, 2 y 3 de octubre, es la forma
de avanzar en el cuidado pastoral del matrimonio, y este problema saldrá allí.
Y una segunda cosa: ha estado conmigo hace dos semanas, el Secretario del
Sínodo de los Obispos, por el tema del próximo Sínodo. Era un tema
antropológico, pero hablando y hablando, yendo y viniendo, vimos este tema
antropológico: la fe, cómo ayuda a la planificación de la persona, pero en la
familia y, seguir por lo tanto, sobre la pastoral matrimonial.
Estamos en camino hacia un cuidado pastoral del matrimonio
un poco más profunda. Y esto es un problema para todos, porque hay muchos,
¿verdad? Por ejemplo, les digo solo uno: el cardenal Quarracino, mi predecesor,
decía que para él la mitad de todos los matrimonios son nulos. Pero lo decía
así, ¿por qué? Porque se casan sin madurez, se casan sin darse cuenta de que es
de por vida, o se casan porque socialmente deben casarse. Y en esto entra
también la pastoral del matrimonio. Y también el problema judicial de la
nulidad de los matrimonios, aquello debe ser revisado, ya que los tribunales
eclesiásticos no son suficientes para esto. Es complejo el problema de la pastoral
matrimonial. Gracias.
Padre Lombardi: Gracias. Así que ahora tenemos a la señora
Pigozzi que es de Paris Match.
Caroline Pigozzi: Buenas tardes, santo padre. Me gustaría
saber si, desde que es papa, todavía se siente jesuita ...
Papa Francisco: Es una pregunta teológica, porque los
jesuitas hacen voto de obediencia al papa. Pero si el papa es un jesuita, tal
vez debería hacer un voto de obediencia al padre general de los jesuitas... No
sé cómo resolver esto... Me siento jesuita en mi espiritualidad; en la
espiritualidad de los Ejercicios, la espiritualidad, aquella que tengo en mi
corazón. Tanto me siento así, que en tres días iré celebrar con los jesuitas la
fiesta de san Ignacio: celebraré la misa de la mañana. No he cambiado de
espiritualidad, no. Francisco, franciscano: no. Me siento jesuita y pienso como
jesuita. No hipócritamente, pero pienso como jesuita. Gracias.
Padre Lombardi: Si todavía tiene fuerzas, aún hay algunas
preguntas. Ahora, Nicole Winfield, que es de Associated Press.
Nicole Winfield: Santidad, gracias de nuevo por venir
"entre los leones." En el cuarto mes de su pontificado, quisiera
pedirle que haga un pequeño balance. ¿Puede decirnos cuál fue lo mejor de ser
papa, una anécdota; y qué es lo peor, y qué es lo que le ha sorprendido más en
este período?
Papa Francisco: No sé cómo responder a eso, de verdad. Las
cosas gruesas, cosas grandes no han habido. Cosas hermosas sí; por ejemplo, la
reunión con los obispos italianos ha estado tan hermoso, tan hermoso. Como
obispo de la capital de Italia, me sentí como en casa con ellos. Y eso era
bueno, pero no sé si ha sido lo mejor. Ha habido algo doloroso, que ha entrado
en lo profundo de mi corazón, como fue la visita a Lampedusa. Eso es de llorar,
me hizo mucho bien. Cuando estos barcos arriban los dejan algunas millas antes
de la costa y ellos deben, con la barca, llegar solos. Y esto me duele porque
creo que estas personas son víctimas de un sistema socio-económico mundial.
Pero lo peor, perdonen, es que que me dio una ciática -¡de verdad!-, que tuve
el primer mes porque para tener las entrevistas me acomodaba en un sillón y
esto me hizo un poco mal. ¡Es una ciática muy dolorosa, dolorosísima! ¡No se la
deseo a nadie! Pero estas cosas: hablar con la gente, el encuentro con los
seminaristas y las religiosas ha sido bellísimo, bellísimo. También la reunión
con los alumnos de los colegios jesuitas fue hermoso, cosas buenas.
Pregunta adicional: ¿Qué es lo que más le ha sorprendido?
Papa Francisco: La gente, la gente, personas buenas que he
encontrado. Encontré mucha gente buena en el Vaticano. Pensé en qué decir...,
pero eso es cierto. Hago justicia diciendo esto: mucha gente buena. Muchas
personas buenas, tantas personas buenas, ¡pero buenas, buenas, buenas!
Padre Lombardi: Elizabeth, a ella la conoce, y también a
Sergio Rubini, tal vez se acerca, así tenemos a los argentinos.
Elizabeth Piqué: Papa Francisco, ante todo en nombre de los
50 mil argentinos que encontré ahí y me decían ¿vas a viajar con el papa?, por
favor decíle que fue fantástico, estupendo, preguntále, cuando va a viajar,
pero ya dijo que no va a viajar… Entonces le voy a hacer una pregunta más
difícil. ¿Se asustó cuando vio el informe "Vatileaks"?
Papa Francisco: No. Te voy a contar una anécdota sobre el
informe "Vatileaks". Cuando fui a verlo al papa Benedicto, después de
rezar en la capilla fuimos a su estudio y vi una caja grande y un sobre grueso.
Benedicto me dijo, me decía: "En esta caja grande están todas las
declaraciones, las cosas que dijeron los testigos, todo está allí. Pero el
resumen y el juicio final está en este sobre. Y aquí se dice ta-ta-ta...".
¡Estaba todo en su cabeza! ¡Pero qué inteligencia! ¡Todo de memoria, todo! Pero
no, yo no estaba asustado, no. No, no. Y era un problema grueso, ¿eh? Pero yo
no estaba asustado.
Sergio Rubín: Santidad, dos cositas. Esta es la primera:
Usted ha insistido mucho en detener la pérdida de fieles. En Brasil ha sido muy
fuerte. Tiene la esperanza de que este viaje contribuya a que mucha gente
vuelva a la Iglesia, se sienta más cercana. Y la segunda, la más familiar: a
Usted le gustaba mucho la Argentina, y llevaba muy en el corazón a Buenos
Aires. Los argentinos se preguntan si usted no extraña esa Buenos Aires, que
recorría en colectivo, en micro, iba por las calles. Muchas Gracias.
Papa Francisco: Yo creo que un viaje papal siempre hace
bien. Y creo que esto va a hacer bien al Brasil, pero no solo la presencia del
papa, sino lo que en esta Jornada Mundial de la Juventud se ha hecho; se han
movilizado y ellos harán mucho bien, tal vez ayudarán mucho a la Iglesia. Pero
estos fieles que se han ido, muchos no están contentos porque sienten que
pertenecen a la Iglesia. Creo que esto será positivo, no solo por el viaje, sino
especialmente por la Jornada: la Jornada ha sido un evento maravilloso. Y sobre
Buenos Aires, sí, a veces la echo de menos. Y eso se siente. Pero es una falta
serena, es la falta serena… Pero yo creo que usted, Sergio, conoce mejor que yo
a todo lo demás, usted puede responder a esta pregunta. ¡Con el libro que
escribió!
Padre Lombardi: Luego tenemos el ruso y luego estaba
Valentina, que era la decana, que quería cerrar ella.
Alexey Bukalov: Buenas noches Santo Padre. Volviendo al
ecumenismo: hoy los ortodoxos celebran 1025 años de cristianismo, hay grandes
celebraciones en muchas capitales. Si desea hacer un comentario sobre este
hecho, me hará feliz. Gracias.
Papa Francisco: En las Iglesias ortodoxas, han conservado la
liturgia prístina, tan hermosa. Nosotros hemos perdido un poco el sentido de la
adoración. Ellos lo conservan, ellos alaban a Dios, cantan, el tiempo no
cuenta. El centro es Dios, y esto es un tesoro de lo que me gustaría hablar en
esta ocasión en la que me hace esta pregunta. Una vez, hablando de la Iglesia
occidental, de la Europa occidental, sobre todo la Iglesia que más ha crecido,
me dijeron esta frase: "Lux ex oriente, ex occidente luxus". El
consumismo, el bienestar, nos hicieron mucho mal. En cambio, ustedes conservaron
esta belleza de Dios en el centro, la referencia. Cuando se lee a Dostoevskiy
--creo que para todos nosotros debe ser un autor para leer y releer, por que
tiene una sabiduría--, se percibe lo que es el alma rusa, el alma oriental. Es
algo que nos hará mucho bien. Necesitamos de esta renovación, de este aire
fresco de Oriente, de esta luz del Oriente. Juan Pablo II lo escribió en su
Carta. Pero muchas veces el luxus de Occidente nos hace perder el horizonte. No
sé, siento decir esto. Gracias.
Padre Lombardi: Y cerramos con Valentina, que como había
comenzado en el viaje de partida, ahora cierra en el viaje de vuelta.
Valentina Alazraki: Santidad, gracias por haber mantenido la
promesa de responder a nuestras preguntas a la vuelta…
Papa Francisco: Les atrasé la cena...
Valentina Alazraki: No importa, no importa…. La pregunta
sería, bueno, de parte de todos los mexicanos. ¿Cuándo va a Guadalupe?, pero
esa es de los mexicanos. La mía sería: Usted va a canonizar a dos grandes
papas, Juan XXIII y Juan Pablo II. Quisiera saber, ¿cuál es según usted, el
modelo de santidad que se desprende del uno y del otro y, el impacto que han
tenido en la Iglesia y en Usted?
Papa Francisco: Juan XXIII es un poco la figura del
"cura rural", el presbítero que ama a cada uno de los fieles, que
sabe cómo tratar a los fieles, y esto la hecho de obispo como de nuncio. Y,
¡cuántos testimonios falsos de bautismo hizo en Turquía en favor de los judíos!
Era un valiente, un cura rural bueno, con un sentido del humor tan grande, tan
grande, y una gran santidad. Cuando era nuncio, algunos no lo querían mucho en
el Vaticano, y cuando venía para traer cosas o solicitarlas, en algunas
oficinas lo hacían esperar. Nunca se quejó: rezaba el rosario, leía el
breviario… Un manso, un humilde, incluso uno que se preocupaba por los pobres.
Cuando el cardenal Casaroli regresó de una misión --creo que en Hungría o en la
antigua Checoslovaquia de entonces, no recuerdo cuál de las dos--, se le acercó
para explicarle cómo había sido la misión, en aquella época de la diplomacia de
los "pequeños pasos". Y tuvieron la audiencia –veinte días después
Juan XXIII habría muerto--, y mientras Casaroli se iba, lo detuvo: "Ah
eminencia --no, no era eminencia, excelencia--, una pregunta: ¿todavía va donde
esos jóvenes?" Por que Casaroli iba a la cárcel de menores de Casal del
Marmo y jugaba con ellos. Y Casaroli le dijo: "Sí, sí". "Nunca
los abandone..." Esto a un diplomático, que venía de hacer un camino de
diplomacia, un viaje tan difícil, Juan XXIII le dijo: "Nunca abandone a
los muchahchos". ¡Es un grande, un grande! Luego aquello del Concilio: es
un hombre dócil a la voz de Dios, para aquello que le vino del Espíritu Santo,
y él fue dócil. Pío XII pensaba hacerlo, pero las circunstancias no estaban
maduras para ello. Creo que este [Juan XXIII] no había pensado en las
circunstancias: él ha sentido eso y lo hizo. Un hombre que se dejaba guiar por
el Señor.
Sobre Juan Pablo II me mueve llamarlo "el gran
misionero de la Iglesia": es un misionero, es un misionero, un hombre que
llevó el evangelio por todas partes, usted lo saben mejor que yo. Pero,
¿cuántos viajes hizo? ¡Solo iba! Sentía este fuego de llevar la Palabra del
Señor. Es un Paul, es un san Pablo, es un hombre así; y esto para mí es genial.
Y hacer la ceremonia de canonización con los dos juntos, creo que es un mensaje
a la Iglesia: estos dos son buenos, son buenos, son dos buenos. Pero está
encaminada la causa de Pablo VI y también del papa Luciani: estas dos están en
curso. Algo que creo que he dicho, pero no sé si aquí o en otro lugar: la fecha
de la canonización. Se pensaba el ocho de diciembre de este año, pero es un
gran problema; los que vienen de Polonia, los pobres, porque los que tienen los
medios pueden llegar en avión, pero los que vienen, los pobres, vienen en bus y
ya en diciembre los caminos tienen hielo y creo que deberíamos reconsiderar la
fecha. He hablado con el cardenal Dziwisz y me sugirió dos posibilidades: o
Cristo Rey de este año o el domingo de la Divina Misericordia el próximo año.
Creo que es un tiempo corto para Cristo Rey de este año, ya que el Consistorio
será el 30 de septiembre y para fines de octubre hay poco tiempo. Pero no lo
sé, tengo que hablar con el cardenal Amato sobre esto. Pero creo que el 8 de
diciembre no será.
Pregunta adicional: Pero serán canonizados juntos?
Papa Francisco: Los dos juntos, sí.
Padre Lombardi: Gracias, Santidad. ¿Quién más hay? ¿Ilze?
Entonces hemos completado, incluso más que los que se habían inscrito antes...
Ilze Scamparini: Me gustaría pedir permiso para hacer una
pregunta un poco delicada: también otra imagen ha girado por el mundo, y ha
sido la de monseñor Ricca y las noticias sobre su intimidad... Quiero saber,
Santidad, ¿qué va a hacer al respecto? ¿Cómo lidiar con este problema y cómo Su
Santidad se propone abordar todo el tema del lobby gay?
Papa Francisco: Lo de monseñor Ricca: hice lo que el Derecho
Canónico manda a hacer, que es la investigatio previa. Y a partir de esta
investigatio no hay nada en relación con aquello que lo acusan, no encontramos
nada de eso. Esta es la respuesta. Pero me gustaría añadir una cosa más en
esto: veo que muchas veces en la Iglesia, fuera de este caso y también en este
caso, se buscan los "pecados de juventud", por ejemplo, y esto se
publica. No los delitos, ¿eh? Los delitos son otra cosa: abuso a menores es un
delito. No, los pecados. Pero si una persona, laica o presbítero o religiosa,
cometió un pecado y luego se convirtió, el Señor perdona, y cuando el Señor
perdona, el Señor olvida, y esto es importante para nuestra vida. Cuando vamos
a la confesión y decimos realmente, "He pecado en esto", el Señor se
olvida, y nosotros no tenemos el derecho de no olvidar, porque corremos el
riesgo de que el Señor no se olvide de nuestros pecados. Es un peligro aquello.
Esto es importante: una teología del pecado. Muchas veces pienso en san Pedro:
hizo uno de los peores pecados, que es negar a Cristo, y con este pecado lo
hicieron papa. Tenemos que pensar mucho.
Pero, volviendo a su pregunta más concreta: en este caso,
hice la investigatio previa y no hemos encontrado. Esta es la primera pregunta.
Luego, usted habló del lobby gay. ¡Mah! Se escribe mucho del lobby gay. Todavía
no he encontrado a alguien que me dé su tarjeta de identificación en el
Vaticano con el "gay". Dicen que hay. Yo creo que cuando uno se
encuentra con una persona así, hay que distinguir el hecho de ser una persona
homosexual, del hecho de hacer un lobby, porque no todos los lobbys son buenos.
Eso es malo. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buenas intenciones,
¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica de
modo tan hermoso esto, pero dice..., espera un poco, como se dice ... y dice:
"no hay que marginar a estas personas por esto, deben ser integradas en la
sociedad". El problema no es tener esa tendencia, no, tenemos que ser
hermanos, porque este es uno, pero si hay otro, es otro. El problema consiste en
hacer lobby por esta tendencia: el lobby de los codiciosos, el lobby de los
políticos, el lobby de los masones, muchos lobby. Este es el problema más grave
para mí. Y muchas gracias por haber hecho esta pregunta. ¡Muchas gracias!
Padre Lombardi: Gracias. Me parece que mejor que esto no se
hubiera podido hacer. Incluso hemos abusado del papa que nos había dicho que ya
estaba un poco cansado, y le deseamos que descanse un poco ahora.
Papa Francisco: Gracias a ustedes, y buenas noches, buen
viaje y buen descanso.
Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no he encontrado a alguien que me dé su tarjeta de identificación en el Vaticano con el "gay". Dicen que hay. Yo creo que cuando uno se encuentra con una persona así, hay que distinguir el hecho de ser una persona homosexual, del hecho de hacer un lobby, porque no todos los lobbys son buenos. Eso es malo. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buenas intenciones, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica de modo tan hermoso esto, pero dice..., espera un poco, como se dice ... y dice: "no hay que marginar a estas personas por esto, deben ser integradas en la sociedad". El problema no es tener esa tendencia, no, tenemos que ser hermanos, porque este es uno, pero si hay otro, es otro. El problema consiste en hacer lobby por esta tendencia: el lobby de los codiciosos, el lobby de los políticos, el lobby de los masones, muchos lobby. Este es el problema más grave para mí. Y muchas gracias por haber hecho esta pregunta. ¡Muchas gracias!
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