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jueves, 15 de agosto de 2013

EL VALOR DE LA CRUZ



Francisco reafirma el valor de la cruz como legado de Jesús de Nazaret

La imagen del Viernes Santo en el primer Vía Crucis de Francisco no será la de su paz en el Coliseo sino haberle visto postrado ante Dios en la Basílica de San Pedro.

EMOCIÓN EN EL COLISEO
Francisco reafirma el valor de la cruz como legado de Jesús de Nazaret
Francisco reafirmó el valor de la cruz como legado de Jesús de Nazaret en la noche fresca y serena de Roma en el Coliseo. (Foto: OR)
Hechos de Hoy / Mario García / Actualizado 29 marzo 2013Ampliar el textoReducir el textoImprimir este artículoCorregir este artículoEnviar a un amigo
Intensa Semana Santa de Francisco desde el Domingo de Ramos con dos baños de cariño, en masivas concentraciones en la Plaza de San Pedro. Francisco sorprendió el Jueves Santo al cancelar la misa en la catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán, para lavar los pies a jóvenes -chicos y chicas- en un penal. El padre Federico Lombardi, en un acto sin cámaras excepto las del canal de Ciudad del Vaticano, dijo que hubo una gran emoción y lágrimas en los rostros de los jóvenes.
Fue también impactante el llamamiento de Francisco en la misa crismal huyendo de la retórica para dar un aldabonazo pidiendo máxima dignidad a los sacerdotes, que sus iglesias estén siempre abiertas, y que huyan de ser meros funcionarios. El Viernes Santo, como contó Hechos de Hoy, llegó la imagen impresionante, la más emotiva hasta ahora de su pontificado. Francisco se postró ante Dios, largamente, ante el silencio y la fuerte impresión de las misiones diplomáticas en los oficios en la Basílica de San Pedro.
El viernes por la noche Francisco, con un abrigo blanco, manteniendo la sencillez en todos sus actos y desplazamientos, asistió con recogimiento a uno de los Vía Crucis más multitudinarios celebrados en Roma. El carisma de Francisco se deja sentir con enorme fuerza desde su elección. De nuevo el tiempo, una noche serena en Roma, acompañó a Francisco como lo hizo hechos ahora.
Francisco escogió palabras muy sencillas y comprensibles para decir al final del Vía Crucis que pocas palabras había para añadir en la noche de la cruz. "La cruz es la palabra con que Dios respondió al mal del mundo", dijo Francisco señalando que "caminamos esperando la resurrección, en Cristo que es todo amor".
La respuesta, la cruz de Cristo
"A veces nos parece que Dios no da ninguna respuesta al mal, y se queda en silencio. En realidad, Dios habló y respondió. Y su respuesta es la cruz de Cristo. Una palabra que es amor, misericordia, perdón y también juicio. Dios nos juzga amándonos", señaló Francisco a los miles y miles de fieles con gran presencia de jóvenes y tras un Vía Crucis con protagonismo sobre todo de mujeres.

El cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, llevó la cruz en la primera y última estación. Una familia italiana y otra india la llevaron en la segunda y tercera. Un enfermo y tres voluntarios de Unitalsi, grupo católico italiano que lleva enfermos a Lourdes, portaron la cruz en la cuarta y quinta y dos seminaristas chinos lo hicieron en la sexta y séptima. Después, dos frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa (en la octava y novena estación); y dos religiosos, uno nigeriano y el otro libanés, en la décima y undécima estaciones. En la duodécima y decimotercera, llevaron la cruz la portaron dos jóvenes de Brasil. Francisco ya dijo a Dilma Rousseff que espera con enorme ilusión su viaje a Río de Janeiro para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en el mes de julio.
Jóvenes libaneses escribieron las meditaciones del Vía Crucis, en las que denunciaron las injusticias de los poderosos, exigieron libertad religiosa y pidieron a los cristianos que sigan en Tierra Santa a pesar de la persecuciones que sufren; es decir que perseveren el la lección de muerte y vida, de sufrimiento y esperanza, de Jesús de Nazaret.

 

1 comentario:

  1. La respuesta, la cruz de Cristo
    "A veces nos parece que Dios no da ninguna respuesta al mal, y se queda en silencio. En realidad, Dios habló y respondió. Y su respuesta es la cruz de Cristo. Una palabra que es amor, misericordia, perdón y también juicio. Dios nos juzga amándonos", señaló Francisco a los miles y miles de fieles con gran presencia de jóvenes y tras un Vía Crucis con protagonismo sobre todo de mujeres.

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